Pediatría
cristinaff@uni…
Vie, 15/08/2025 - 07:57
Presidente de la Asociación Española de Pediatría
Luis Carlos Blesa, pediatra en el Centro de Salud Serrería 2 de Valencia, ha renovado su cargo como presidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP) después de que durante el congreso nacional, celebrado el pasado mes de junio, solo se presentara su candidatura.
Blesa defiende una distribución equilibrada de los recursos y que haya un compromiso político para que la población infantil sea atendida por el especialista. Y es que, según denuncia, la media estatal de plazas de Pediatría que están ocupadas por médicos que no tiene esa formación específica es de un 25%-30%. Por ello aboga, antes de incrementar las plazas MIR o el número de profesionales, por analizar y ver cómo se planifican y reparten los recursos existentes o cuáles son las condiciones en que desarrollan su labor los profesionales.
Pregunta.
¿Cómo valora la ausencia de “oposición” en las elecciones celebradas?
Respuesta.
Puede interpretarse, en primer lugar, como una muestra de confianza en el trabajo desarrollado durante el último mandato. Ese respaldo, que agradecemos sinceramente, nos anima a seguir adelante con responsabilidad y con la determinación de estar a la altura de las expectativas depositadas. Y supone, también, un reconocimiento al proyecto que hemos planteado para los próximos años, centrado en reforzar el modelo pediátrico y avanzar en el reconocimiento profesional de la pediatría. Pero, al mismo tiempo, entendemos que la ausencia de otras candidaturas refleja la complejidad de asumir un compromiso de estas características. Liderar una sociedad científica como la AEP, que agrupa a más de 13.000 profesionales, requiere una dedicación constante, una importante inversión de tiempo y una disponibilidad que no siempre resulta fácil de compatibilizar con la actividad clínica y la vida personal.
La defensa del modelo pediátrico español ha sido uno de los ejes fundamentales de nuestra acción, con un posicionamiento claro frente a los intentos de desdibujar el papel del pediatra en el sistema sanitario. También hemos trabajado intensamente, y seguiremos haciéndolo, por el reconocimiento oficial de las especialidades pediátricas, clave para garantizar una atención homogénea y de calidad, y por la mejora de las condiciones laborales, especialmente en atención primaria, donde persisten situaciones de precariedad, sobrecarga y desmotivación.
P.
¿Cuáles son las principales medidas o iniciativas que quiere impulsar en los próximos cuatro años?
R.
En el Comité Ejecutivo nos planteamos esta nueva etapa como una oportunidad para reforzar el papel de la AEP como referente científico, social e institucional en el ámbito de la salud infantil. Daremos continuidad al trabajo realizado en los últimos años, con una agenda centrada en tres grandes prioridades: asegurar la presencia de pediatras en todos los niveles del sistema sanitario desde el inicio del proceso asistencial, avanzar en el reconocimiento oficial de las especialidades pediátricas y abordar las mejoras estructurales necesarias para dignificar el ejercicio profesional, en especial en la atención primaria.
Junto a estos objetivos, se potenciarán los proyectos formativos impulsados desde la Academia AEP, se ampliará la actividad científica y se fortalecerá la relación con las familias como agentes activos en la salud de niños y adolescentes. Nuestro propósito es consolidar una pediatría alineada con las transformaciones sociales y sanitarias del momento.
P.
¿Hay suficientes pediatras en España?
R.
Actualmente, existen más de 6.000 plazas públicas de pediatría en el sistema sanitario. A primera vista, esta cifra podría parecer suficiente, ya que en los últimos años se ha producido una cierta racionalización de los cupos, con una media de entre 800 y 900 niños asignados por profesional, una proporción adecuada desde el punto de vista asistencial, teniendo en cuenta que hemos llegado a tener cupos de 1.500 y siguen existiendo desigualdades en algunas plazas.
Sin embargo, el problema no está tanto en el número de plazas como en quién las ocupa. La media estatal de plazas ocupadas por médicos que no tienen formación específica en Pediatría es de un 25%-30%, pero con importantes variaciones autonómicas. En algunas comunidades autónomas, como Madrid, Andalucía, la Comunidad Valenciana, asciende a entre el 20% y el 35% y en Baleares, el porcentaje alcanza el 50%. Esta situación provoca que una parte importante de la población infantil no esté siendo atendida por profesionales con la formación más adecuada para ello.
La media estatal de plazas ocupadas por médicos que no tienen formación específica en Pediatría es de un 25%-30%, pero con importantes variaciones autonómicas
Desde la AEP insistimos en que esto supone una vulneración del principio de equidad. El acceso a una atención pediátrica especializada no puede depender del lugar de residencia. Por eso, mantenemos activa la campaña Ningún niño sin pediatra, con la que reclamamos una planificación más rigurosa, una distribución más equilibrada de los recursos y un compromiso político real para garantizar este derecho básico en todo el territorio.
P.
Este año se han ofertado 518 plazas MIR de Pediatría. ¿Son suficientes? ¿Cuántas habría que ofertar?
R.
La cuestión no reside únicamente en cuántas plazas se ofertan, sino en las condiciones en las que los nuevos pediatras van a desarrollar su labor.
Si el sistema no ofrece un entorno profesional atractivo, con contratos estables, incentivos adecuados, posibilidades de conciliación y tiempo para la formación y la investigación, es difícil que los jóvenes especialistas se queden en los puestos que más los necesitan, especialmente en atención primaria. Muchos terminan optando por otras alternativas, como el ejercicio privado o incluso el extranjero.
En este sentido, aumentar las plazas MIR sin un plan estratégico para mejorar el entorno laboral solo servirá para perpetuar un modelo asistencial frágil. Las nuevas generaciones de pediatras ya no están dispuestas a aceptar condiciones precarias, ni puestos de trabajo sin un horizonte profesional claro. El problema no es de vocación, sino de contexto. Si se quiere garantizar el relevo generacional y una atención pediátrica de calidad, es imprescindible acompañar la oferta formativa con un compromiso estructural que dignifique el ejercicio profesional.
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P.Somos uno de los países a nivel mundial con la menor tasa de natalidad. ¿Sobrarán pediatras?R. Es cierto que España, al igual que otros países del s
P.¿Qué valoración hace de que en muchos lugares la atención pediátrica la lleven a cabo los médicos de Familia?R. La atención a la población infantil
El presidente de la AEP hasta 2029 denuncia que entre el 25% y el 30% de las plazas del SNS están ocupadas por médicos sin la especialidad.
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Enrique Mezquita
Política y Normativa
Profesión
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