
Un proyecto en curso llamado 4D-Bioskin (Estrategias para la validación escalado de la producción de piel bioimpresa para aplicaciones médicas) podría llegar a aportar a la clínica la bioimpresión 3D de piel humana autóloga (del propio paciente) con las capas dermis y epidermis, un recurso que podría permitir aumentar la supervivencia y los resultados de salud y estéticos especialmente en el caso de los grandes quemados. La bioimpresión 3D es una tecnología que permite la creación de estructuras biológicas mediante la disposición capa por capa de biomateriales y de células vivas.
Las terapias para los grandes quemados han mejorado en los últimos años pero aun así, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las quemaduras causan alrededor de 180.000 muertes anualmente y los supervivientes sufren a menudo episodios infecciosos, hospitalizaciones prolongadas y traumas psicológicos.
Este proyecto lo está llevando a cabo un consorcio público-privado y académico-tecnológico que suma el conocimiento y experiencia de clínicos, biólogos, ingenieros biomédicos y expertos del sector farmacéutico e industrial. Lo coordina la empresa de ingeniería biomédica Biorem y forman parte la Universidad de Barcelona (UB), el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) a través de la Fundación para la Formación e Investigación Sanitarias (FFIS) de la Región de Murcia, el Vall d'Hebron Instituto de Investigación de Barcelona (VHIR, vinculado al hospital del mismo nombre), el laboratorio Reig Jofre, Peaches Biotech y Biocrosmo.
Concentrados en el desarrollo de las biotintasEn estos momentos este consorcio está concentrado en optimizar los protocolos de crecimiento celular y, especialmente, en el desarrollo de las biotintas (compuestas por células vivas y por materiales biocompatibles) imprescindibles para la bioimpresión en 3D (o 4D, si se tiene en cuenta también el tiempo) del complejo tejido cutáneo humano biofabricado, que resulta más grueso y más completo (dermis y epidermis) que los que se usan en la actualidad en clínica.
Una vez validados el proceso, la digitalización y el escalado y, especialmente, el producto final, se solicitará autorización a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) para realizar un ensayo clínico de fase I-IIa en pacientes pediátricos con quemaduras en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia.
Para producir esta piel biofabricada es necesario, de entrada, una biopsia de piel sana del propio paciente, que luego se cultiva y fabrica con la primera bioimpresora 3D certificada en España para la producción de productos bioimpresos de uso clínico, ubicada en las instalaciones de Creatio, en la UB.
En el primer ensayo clínico del proyecto se evaluarán aspectos relacionados con la eficacia -integración del implante en los tejidos del paciente, crecimiento y formación de tejidos maduros y cicatrices y tiempo de curación-, así como aspectos relacionados con la seguridad, como la aparición de posibles efectos adversos.
De resultar el proyecto exitoso en su fase de desarrollo clínico, supondría un avance significativo en la ya larga historia del cultivo y fabricación de sustitutos o injertos mediante ingeniería de tejidos para el tratamiento de daños en la piel, que empezó en 1950, cuando se logró la separación enzimática de la epidermis y la dermis utilizando tripsina, pero sin destruir la viabilidad de las células epiteliales.
En 1975 se publicó el trabajo de referencia sobre el crecimiento y proliferación de células cutáneas in vitro, a partir del cual lograron desarrollar un epitelio trasplantable; en 1978 se logró el cultivo en forma de pequeñas láminas para implante, y en la década de 1980 se inició la aplicación clínica de cultivos autólogos y se desarrollaron alternativas dermales sintéticas. Fue ya en la década de 1990 cuando se comprendió la codependencia entre queratinocitos y fibroblastos, un conocimiento que ahora también forma parte del proyecto 4D-Bioskin.
Así avanza la técnica de impresión 3D aplicada a la reconstrucción quirúrgica, “La piel fabricada soluciona un problema clínico en grandes quemados, pero puede tener más indicaciones”, Impresión 3D de medicamentos, el principio de una revolución Joan-Pere Barret Nerín, jefe de Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Universitario Vall d'Hebron, investigador del VHIR y profesor agr El consorcio del proyecto '4D-Bioskin' diseña un ensayo pediátrico de fase I-IIa en los hospitales Vall d'Hebron y Virgen de la Arrixaca. Off Carmen Fernández Dermatología Off















Enrique Ordieres, frente a una de las zonas en las instalaciones de Cinfa que dan visibilidad a las personas que conviven con la enfermedad. Foto: ARABA PRESS.


Gloria Carrasco, de L´Oréal Dermatological Beauty. Foto: L´OREAL.

















Mónica Garcia, ministra de Sanidad, durante su intervención en la Asamblea General de la ONU. Foto: MINISTERIO DE SANIDAD.































El bailaor Jesús Carmona. Foto: ÁNGEL NAVARRETE.







Vista aérea nocturna del Primer Hospital Afiliado de la Universidad de Zhengzhou. Foto: CGGN

























