
Las enfermeras son las profesionales que más contacto tienen con el paciente. En el contexto de los cuidados paliativos, la comunicación con este y sus familiares es uno de los ejes centrales sobre los que giran los cuidados al final de la vida, donde la comunicación de malas noticias es vista como una de las tareas más difÃciles y estresantes por parte de los profesionales de cuidados paliativos.

"Los cuidados paliativos requieren competencias técnicas, relacionales, comunicativas y éticas del profesional sanitario. La comunicación es uno de los ejes fundamentales sobre los que gira la atención paliativa y la revelación de malas noticias es es una habilidad que los profesionales sanitarios deben llevar a cabo de una manera correcta. Una comunicación efectiva reporta numerosos beneficios al paciente y su entorno que se hacen extensibles al equipo terapéutico a cargo de sus cuidados", explica a este periódico Antonio Ramos Sánchez, jefe de Estudios de EnfermerÃa y director del Máster en Cuidados Paliativos en la Escuela de EnfermerÃa y Fisioterapia San Juan de Dios (Universidad Pontificia Comillas).
También es el investigador principal del estudio 'La comunicación de malas noticias en Cuidados Paliativos: las visión de los profesionales en España', publicado en el American Journal of Hospice and Palliative Medicine, en el que también han participado profesionales de la Medicina, EnfermerÃa y PsicologÃa que desarrollan su labor profesional en equipos de cuidados paliativos de adultos de unidades hospitalarias, de soporte domiciliarios, de soporte hospitalario, de atención psicosocial y de hospitales de todo el territorio nacional.Â
Ramos Sánchez añade que este estudio surge para conocer cómo los profesionales de cuidados paliativos en España comunican las malas noticias: "En nuestro entorno, la literatura reportada sobre la manera en la que los profesionales de cuidados paliativos comunican las malas noticias es escasa. Este estudio pretende profundizar en este aspecto, mostrando una visión a nivel nacional y con la idea de identificar, si los hubiere, aquellos aspectos susceptibles de mejora".
Para la puesta en marcha de este estudio transversal descriptivo, se diseñó un cuestionario ad hoc y se envió por correo electrónico a todos los equipos de cuidados paliativos de España.
El objetivo de este estudio es identificar aspectos relacionados con la comunicación de malas noticias en cuidados paliativos en España
Completaron el cuestionario 206 profesionales (102 enfermeros, 88 médicos y 16 psicólogos). "Un total de 60,2% consideró su habilidad para comunicar malas noticias como buena o muy buena. Esto se relacionó con mayor edad, experiencia tanto en la profesión como en cuidados paliativos, y haber recibido formación especÃfica de posgrado. Alrededor del 42,2% realiza primero la comunicación de malas noticias con el paciente, lo que se asocia con una menor habilidad y el 78,15% de los profesionales no utiliza ningún protocolo especÃfico", asegura.
ConclusionesRamos Sánchez explica que los resultados del estudio sugieren que los pacientes acceden a cuidados paliativos con escasa información acerca de su diagnóstico y pronóstico, "siendo las conversaciones sobre este último las más difÃciles de afrontar por los profesionales en el diálogo con el paciente".
Además, los resultados muestran que la dificultad se acrecienta a medida que la edad del paciente disminuye. "Las barreras identificadas en la comunicación de malas noticias son la falta de formación especÃfica y de entrenamiento en el manejo de protocolos, el difÃcil equilibrio entre esperanza y honestidad, la edad joven del paciente y la oposición de la familia a que el paciente sea informado. Por otro lado, los profesionales refieren tener una buena habilidad para comunicación de malas noticias, pero la utilización de protocolos es muy escasa".
¿Se comunican mal las malas noticias en España? En opinión de Ramos, la cuestión no es tanto la forma de comunicarlas, sino a quién se le comunican. "A pesar de que quien debe ser informado en primer lugar es el paciente y debe ser éste el que consienta compartir esa información con sus allegados, el porcentaje de profesionales que priorizan la comunicación de malas noticias con la familia puede considerarse elevado. El sentirse más cómodo informando antes a la familia se relaciona con un menor grado de formación del profesional y, por tanto, con una menor habilidad para la comunicación de malas noticias".
Abordaje integralRamos indica que la comunicación de malas noticias es un escenario complejo que precisa de un abordaje integral por parte del profesional implicado, asà como una serie de habilidades y conocimientos.
"Iniciar las conversaciones acerca de todo aquello que rodea a la muerte de forma temprana, reforzar la información de forma continua, modular la esperanza frente a la realidad de la enfermedad amenazante para la vida y adaptar el contenido del mensaje a la capacidad de comprensión del paciente son algunas de las estrategias que incrementan la efectividad de la comunicación", dice.
Sentirse más cómodo informando antes a la familia se relaciona con un menor grado de formación del profesional y, por tanto, con una menor habilidad para comunicar malas noticias
Como herramienta de ayuda -añade- se han venido desarrollando distintos modelos, protocolos o guÃas de práctica clÃnica para facilitar al profesional esta difÃcil tarea. "Aunque si bien las guÃas y protocolos son herramientas de enorme utilidad, ofreciendo soporte y pautas de actuación basadas en evidencia, no son una panacea. El éxito en su utilización depende, en gran medida, del entrenamiento y habilidades comunicativas del profesional. Otro aspecto a tener en cuenta es que la mayorÃa de estos protocolos se crean desde la perspectiva del profesional y en raras ocasiones tienen en cuenta la percepción de los pacientes. Esto hace que, en ocasiones, existan discrepancias entre cómo se deben dar las malas noticias y cómo las reciben realmente los pacientes".
Un tarea muy difÃcilLa comunicación de malas noticias y, en general, la comunicación en el ámbito de final de vida, es reportada como una de las tareas más difÃciles y estresantes por los profesionales de cuidados paliativos. "La formación y el entrenamiento especÃfico en habilidades comunicativas son fundamentales a la hora de establecer una comunicación efectiva y honesta con el paciente", recuerda el investigador principal del estudio La comunicación de malas noticias en Cuidados Paliativos: las visión de los profesionales en España.
Alrededor del 42,2% de los profesionales encuestados realiza primero la comunicación de malas noticias con el paciente y el 78,15% no utiliza ningún protocolo
¿Qué profesional sanitario suele comunicar estas noticias? "Lo más habitual es que sea el médico responsable del paciente quien aborde estas cuestiones. Aunque no debemos olvidar que el proceso de información no es un acto puntual y que requiere de una atención integral por parte de todo el equipo terapéutico, que debe, entre otras cosas, reforzar esa información o resolver dudas que van surgiendo a lo largo del proceso. En muchos casos, de hecho, es el propio paciente el que elige el interlocutor para hablar de según qué aspectos de su proceso de enfermedad. Y suele elegirlo en función de diversas circunstancias, como pueden ser la cercanÃa, empatÃa, edad… En este caso puede ser cualquier miembro del equipo".
Asà son las enfermeras expertas en cuidados paliativos, El hartazgo dispara el abandono enfermero, Asà son los lumbreras EIR de los últimos siete años, Una matrona desarrolla un modelo matemático para predecir la semana de parto Más formación en habilidades de comunicación La formación aparece como un elemento clave en la comunicación de malas noticias. "Sin embargo, Un estudio publicado en 'American Journal of Hospice and Palliative Medicine' aporta la visión de la enfermera, el médico y el psicólogo en la comunicación de malas noticias. Off Alicia Serrano. Madrid OncologÃa Off