
Los ensayos clínicos, la mejora de los tratamientos y la aprobación de nuevos medicamentos son algunos de los puntos clave que han permitido que la supervivencia de los pacientes con cáncer, en general, y con cáncer de pulmón, en particular, haya aumentado. "En un principio los médicos no me daban ninguna esperanza de vida cuando me detectaron el cáncer. Además, la quimio no me sirvió para reducir los tumores. Sin embargo, cuando me empezaron a suministrar este nuevo fármaco en ensayo clínico hace nueve años comenzó a paralizarse todo. Desde entonces sigo con el tratamiento y hago vida normal. Este fármaco ha significado darme la vida", cuenta Antonio Redondo, un paciente con cáncer de pulmón de la Fundación Jiménez Díaz.
"Algunos sabemos que a España llegan la mitad de los medicamentos que, por ejemplo, a Alemania. Tenemos que lidiar con esto, no hay otra opción. Quien tenga mucho dinero podrá irse a recibir el tratamiento allí, pero los que no, nos toca esperar a ver qué pasa", explica José Antonio, paciente del Hospital Puerta de Hierro diagnosticado con cáncer de pulmón en 2019.
La situación con la que se encuentran los pacientes es que algunos medicamentos tienen una disponibilidad total en el Sistema Nacional de Salud (SNS), mientras que otros lo están de forma limitada. Es decir, el paciente debe tener un marco clínico específico para que el tratamiento sea cubierto por el sistema público.
De los 41 medicamentos oncológicos que aprobó la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en el periodo 2017-2020, en España tan solo 25 se encuentran disponibles a 1 de enero de 2022. Además, diez de estos medicamentos tienen una disponibilidad restringida a un cuadro clínico concreto. De los medicamentos oncológicos aprobados por la EMA en 2017 a España llegaron el 80%, en 2018 el 83%, en 2019 el 38% y en 2020 el 36%. Esto se traduce en un 44% menos de medicamentos incorporados en el Sistema Nacional de Salud en apenas cuatro años. Las cifras sitúan a España por detrás de países como Portugal, Francia, Inglaterra, Italia o Alemania.
Cuando la EMA aprueba un fármaco oncológico, este ha pasado por múltiples ensayos clínicos previos, publicaciones en revistas científicas y congresos. Manuel Dómine, oncólogo de la Fundación Jiménez Díaz y del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) contextualiza: "España es uno de los líderes mundiales en participación y desarrollo de ensayos clínicos. De esta forma colabora en la aprobación de nuevos fármacos para el tratamiento del cáncer".
Pero una vez aprobado no se incorpora de manera inmediata al sistema nacional de salud de cada uno de los países pertenecientes a la EMA. El derecho comunitario europeo (Directiva 89/105/CEE del Consejo de 21 de diciembre de 1988) establece que cada estado miembro velará para que el plazo total del procedimiento no supere los 180 días.

A pesar de esto, en España el tiempo medio que transcurre desde que la EMA aprueba un medicamento hasta que se encuentran disponible es de 517 días y de 469 días en el caso de los fármacos destinados al tratamiento del cáncer. Esta última cifra es inferior a Portugal (753), pero muy superior a países como Alemania (100), Inglaterra (268), Holanda (270) o Italia (405), según registra el informe Patients W.A.I.T 2021. En Francia se registra una media de 490 días, que sería menor si el informe tuviera en cuenta determinados productos innovadores que el país permite poner a disposición antes de ser autorizados. Sin embargo, la media de la EMA, teniendo en cuenta a todos los países y no solo a los miembros de la UE, asciende a 545 días, ya que algunos estados del este europeo registran medias muy superiores al resto.