La educación y la sanidad son pilares fundamentales para el desarrollo y el bienestar de las personas. El acceso a la universidad debe ser asequible para cualquier persona con independencia de su nivel socioeconómico y las universidades públicas son, en ese sentido, una garantía de acceso y de limitación de sesgos económicos o de otra índole. Desde la democracia en España se han promovido cuatro grandes reformas universitarias para regular la educación superior, en función del partido de turno que gobernaba,—la Ley de Reforma Universitaria en 1983, la Ley Orgánica 6/2001 de Universidades, la modificación de esta en 2007 para adaptarse al Espacio Europeo de Educación Superior (Proceso de Bolonia) y la Ley Orgánica 2/2023 del Sistema Universitario— y el debate académico y político sobre las necesidades de reforma y de reestructuración del funcionamiento de la educación universitaria no ha dejado de aumentar y de encresparse.
También desde hace más de una década se han producido diferentes cambios que han ido modificando la igualdad de acceso y de oportunidades. El plan de Bolonia redujo, en general, los años para obtener una licenciatura o grado y apareció la necesidad de realizar estudios post-grado, tipo master, para acceder al mercado laboral, la mayoría en manos privadas y con alto coste económico. Con ello se ha conseguido una semiprivatización de la educación superior, disminuyendo la carga económica de los grados (menos años, menos profesores, etc) y aumentando el negocio de los cursos puentes de especialización para acceder al mercado laboral. Además, la implantación de multitud de universidades privadas cuyo objetivo final es obtener un rendimiento económico ofreciendo grados atractivos y demandados y/o ofreciendo plazas de grado a alumnos que de otra manera no podrían realizar los estudios en la universidad pública por falta de puntuación.
El grado Medicina, no ha reducido el número de cursos, pero ha originado una explosión de Universidades Privadas en busca del negocio provocado por la alta demanda de estudiar Medicina. En la actualidad hay 39 universidades públicas y 14 privadas que ofrecen el grado de medicina. España es el país del mundo con más facultades de Medicina por habitante. En los próximos años se prevé la apertura de más de 13 facultades de medicina.
La diferencia de precio de las matrículas es considerable, menos de 3.000 euros en la pública y más de 16.000 euros en la privada. La igualdad de acceso en este caso está cuestionada. Los criterios para crear universidades y grados, como el de Medicina, cada vez son más laxos y con exigencias de calidad menores, tanto para el profesorado, como en estructuras y medios (hospitales universitarios asociados), lo que permite que proliferen las universidades privadas y grados con alta demanda por parte de los alumnos. Las universidades públicas, a diferencia de las privadas, tienen estructuras menos flexibles a los cambios, con personal funcionariado, muchas veces, con escasa motivación al avance que requiere la sociedad, la docencia y la investigación actual.
"En la Formación Médica Especializada hay que introducir la conciliación y medir las competencias, no lo cronológico", Realidad extendida: ¿nuevo paradigma de la formación médica?, El 56% de los estudiantes de Medicina y Enfermería preferiría una carrera en la salud no asistencial Los intentos por erradicar la endogamia han fracasado con los múltiples cambios en las normativas en función del color político de los Gobiernos. Los Off Luis Bujanda Fernández de Piérola. Catedrático de Medicina de la UPV/EHU y especialista de Aparato Digestivo Off
