
La empresa líder en codificación sanitaria ASHO -codifica en torno a un millón de informes de alta anuales- ha presentado novedades en materia de inteligencia artificial aplicada al manejo de datos a gran escala en hospitales y centros sanitarios. Entre las nuevas funciones y facilidades que la IA va proporcionar a los profesionales se encuentra una reducción de la carga burocrática y de las tareas repetitivas. Pero también está presente una mejora significativa en la toma de decisiones clínicas por parte del personal médico, ya que la información y los registros de los pacientes va a estar presentada de una manera mucho más eficiente.
La aplicación de algoritmos en codificación, destaca Ruth Cuscó, directora gerente de ASHO, “no supondrá una sustitución de los profesionales: va a ser un modelo híbrido en el que las personas van a trabajar conjuntamente supervisando todo lo que hace el algoritmo, pero sin tener que caer en tareas repetitivas que conllevan mucho tiempo y se pueden automatizar, para centrar la actividad principal en el buen control de los datos”.
Cuscó responde así a los principales retos sobre desarrollo tecnológico e IA que emprende la compañía:
Pregunta.
¿Qué tipo de soluciones de IA están desarrollando actualmente en el ámbito de la codificación sanitaria?
Respuesta.
Seguimos desarrollando y puliendo nuestros modelos de codificación CIE10 automática y detección y codificación ATC de fármacos en informes médicos. Por otro lado, trabajamos en un chatbot experto en medicamentos que sea capaz de ayudar tanto al paciente a la hora de resolver dudas sobre una determinada medicación como al médico a la hora de automatizar la detección de incompatibilidades entre diferentes fármacos.
P.
¿Qué diferencia su tecnología de la que están desarrollando otros actores del sector?
R.
Se distingue principalmente por su especialización en textos clínicos tanto en español como en catalán y por haber sido entrenada con datos altamente representativos del entorno hospitalario. Además, incorporamos técnicas de validación y codificación asistida, lo que permite no solo automatizar, sino también aumentar la trazabilidad y confianza en cada predicción realizada.
P.
¿Están trabajando con modelos de lenguaje o aprendizaje profundo específicos para textos clínicos?
R.
Sí, porque los textos clínicos no se parecen en nada al lenguaje cotidiano. Están llenos de abreviaturas, términos médicos y formas de redactar muy particulares. Por eso usamos modelos entrenados específicamente para entender ese tipo de contenido, adaptados al contexto sanitario real.
P.
¿Podría compartir algún caso de uso real donde su IA haya mejorado los tiempos de codificación o reducido errores?
R.
Por ejemplo, nuestro algoritmo de codificación automática ya se está utilizando en el servicio de Urgencias del Hospital 12 de Octubre de Madrid. La herramienta ayuda a agilizar la codificación de muchos informes y permite a los expertos centrarse en aquellos casos que, por su complejidad, requieren una revisión más detallada.