
En el mundo actual, donde la cosmética fuera de nuestro canal, la farmacia, está enfocada en mayor medida al marketing antes que invertir en investigar nuevas moléculas, nuevas tecnologías farmacéuticas, nuevas vías de administración… cada lanzamiento es envuelto de un aura de novedad e innovación, pero si rascamos ligeramente sobre la superficie podremos observar fácilmente que lo que se está haciendo realmente es vestir o, mejor dicho, disfrazar de innovador lo que regresa a lo básico, es decir, a lo de siempre en la farmacia. ¿Cuántos retinoles, vitaminas C, ácidos hialurónicos, ceramidas y ácidos salicílicos se lanzan al año? Estos ingredientes se han utilizado desde hace muchos años en la farmacia, siempre basándonos en la evidencia científica y de la dimensión de salud de la piel.
Los más OG (término utilizado en la cultura pop para referirse a alguien con experiencia y credibilidad en un campo) de la profesión recordarán el anuncio de Roc a finales de los años 90, donde ya se utilizaba el retinol.
Es curioso observar cómo cada vez más marcas de cosmética intentan imitar la imagen de evidencia científica y la dimensión de la salud que siempre ha caracterizado a nuestro gremio. Sí, señores, la cosmética de farmacia está de moda y van a intentar exprimir esa vaca hasta que no quede una gota de leche, y después pasarán a lo siguiente que esté en tendencia.
No es necesario buscar mucho para encontrar pruebas de ello; basta con pasear por la sección de cosmética de los centros comerciales o por las calles comerciales de tu ciudad, donde seguramente encontrarás cosas muy familiares para ti: batas blancas simulando profesionales de la salud, dermoanalizadores presentados como tecnología de última novedad y la imagen de un ambiente sanitario para reforzar su mensaje de marketing. Sin embargo, les falta lo esencial: el conocimiento de la piel, sus características, patologías y los principios activos. Tampoco tienen la intención de ofrecer las soluciones de mejor valor para la gente, entendido como la relación entre calidad, precio y efectividad. En lugar de eso, se venden productos basados en decisiones de alguien que, desde un despacho, determina lo que debe venderse esa semana o ese mes.
Internet lo ha cambiado todoEn la última asamblea de vocales de Dermofarmacia, previa a los premios de Correo Farmacéutico, nuestro vocal nacional, Tomás Muret, planteó la siguiente reflexión: es verdad que los farmacéuticos estamos cansados de que muchas marcas, que se supone comparten nuestros valores, acaben en otros canales, provocando una guerra de precios a la que las oficinas de farmacia no podemos entrar, a menos que decidamos regalar nuestro trabajo. Pero también es cierto que todavía no hemos aceptado que internet ha cambiado completamente el mundo de la cosmética.
Siete pasos para llevar la dermofarmacia a otro nivel , Esto es lo que debe saber un auténtico experto en consejo dermocosmético, Sentir la dermofarmacia para formarse y ser un experto en el cuidado de la piel Quién nos lo iba a decir a muchos de nosotros cuando afirmábamos que la gente nunca acabaría comprando cremas por internet. Con esa ingenuidad, muchas Off Miguel Montero Moreo. Vocal de Dermofarmacia del COF de Zaragoza Off