Estaba informando a la madre de un paciente de unos 40 años sobre la situación crÃtica de su hijo. Javier habÃa sido diagnosticado hacÃa unos meses de un cáncer de pulmón avanzado. A pesar de haber recibido tratamientos con quimioterapia y otros muchos procedimientos para estabilizar su situación, las cosas no habÃan ido bien, y estábamos entrando en la última fase de su vida. HabÃa estado ingresado el 90% del tiempo que llevaba diagnosticado de la enfermedad.
Su madre, una mujer fuerte que no habÃa tenido más hijos, me decÃa: "Toda la vida haciendo lo posible para que no se cayera, para que no se hiciera un rasguño, que no se olvidara la gorra cuando iba a una excursión, que tuviera cuidado con el coche cuando empezó a salir por la noche. Y, ahora, siento la absoluta impotencia de no poder hacer nada por él".
Y me preguntaba: "¿No podrÃamos valorar ir a casa para que pudiera fallecer allÃ? Al menos sentirÃa que sale de la cárcel que es este hospital donde ha estado ingresado tanto tiempo". Y nos preguntamos: ¿qué necesidades tenÃa Javier?
No estaba recibiendo ya antibióticos, habÃamos retirado la heparina que necesitó previamente y también un tubo para drenar lÃquido pleural. Estaba muy frágil y tenÃa dos sÃntomas: dolor y dificultad para respirar. Necesitaba continuar con el apoyo emocional que la psicóloga especializada en paliativos le habÃa prestado durante todo su ingreso y era esencial.
HabÃa que asearlo en la cama y ayudarlo a comer, porque la dificultad respiratoria no le permitÃa moverse, precisaba cambios posturales y tenÃa necesidad de dosis altas de opioides y "rescates" (dosis extras) de los mismos en momentos puntuales, cuando se encontraba peor.
Paliativos en casaLas tres primeras cosas que tienen que ver con el cuidado básico las podÃa realizar la familia, porque no solo estaban sus padres, sino que en el pueblo vivÃan cerca primos, amigos y vecinos dispuestos a colaborar.
El asunto de la medicación era más complejo: tendrÃamos que ponerle un infusor, que es un dispositivo que libera morfina y otros fármacos lentamente a través de una vÃa subcutánea, y dura un tiempo determinado (24, 48 o 72 horas, e incluso más). Por otro lado, habÃa que aprender a manejar los rescates de medicación para las crisis, habÃa que "educar a la familia". Tanto el infusor como esas jeringas cargadas con rescates se podrÃan dejar preparadas en casa. Seguramente precisarÃa cambios en las dosis o los tipos de fármacos.
Cuidados paliativos en España: faltan recursos, equidad y reconocimiento , De 52 facultades de Medicina, 23 tienen paliativos como asignatura obligatoria, Bruera (paliativos): "El desafÃo es que los gobernantes asuman que todos vamos a morir" Un equipo de profesionales tiene que estar al lado de la familia para que esto fuera posible. De hecho, se hace todos los dÃas en los lugares donde ex Off Elia MartÃnez, presidenta de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal). Off